TODO VA A ESTAR BIEN
Es, pues, la fe la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve.
Hebreos 11:1
La fe es el título de propiedad que nos
garantiza que las cosas que esperamos son nuestras a pesar de que no las veamos
con nuestros ojos físicos. La fe nos da la seguridad de las cosas que estamos
creyendo ya son nuestras. La fe es el brazo que se extiende al mundo espiritual
y recibe las cosas que Dios ya nos dio.
La pérdida:
En nuestro caminar por esta vida todos estamos expuestos a tener
pérdidas. Estas pérdidas pueden ir desde lo económico (y todo lo que esto
abarca), la familia, las relaciones, etc. Cada pérdida es un arma que nuestro
enemigo usará en contra de nuestra fe en Nuestro Señor Jesucristo. Sin
embargo, cada paso que el enemigo avanza destruyendo, Dios
lo ha medido para devolverlo restaurando con mucho más valor que lo que perdimos.
Pérdida es sinónimo de quebranto, de desgaste, de desventaja, de lesión, de un
mal. El tiempo en que enfrentamos la pérdida será usado por Dios para
fortalecernos en carácter y en fe.
Promesa de misericordia para el pueblo ISAIAS
30:18-26
18 Pero
el Señor los espera, para tener compasión
de ustedes; él está ansioso por mostrarles su
amor, porque el Señor es un Dios de justicia. ¡Dichosos todos los que esperan en él!
19 Pueblo
de Sión, que vives en Jerusalén: ya
no llorarás más. El Señor tendrá compasión de ti al
oír que gritas pidiendo ayuda, y apenas
te oiga, te responderá. 20 Y
aunque el Señor te dé el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que
es tu maestro, no se esconderá más; con tus propios ojos lo
verás. 21 Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti,
que te dirá: «Por aquí es el camino, vayan por aquí.» 22 Y
despreciarás como cosas impuras tus imágenes de plata y tus ídolos recubiertos
de oro. Los rechazarás como algo impuro y los considerarás como basura. 23 El
Señor te dará lluvia para la semilla que
siembres en la tierra, y la tierra producirá trigo abundante y fértil. En ese día tu
ganado tendrá lugar en abundancia para pastar.24 Hasta
los bueyes y los burros que trabajan en tus campos tendrán para comer el mejor
y más exquisito forraje. 25 Cuando
llegue el día de la gran matanza y caigan las fortalezas, habrá ríos y torrentes de agua en todas las altas montañas y en las
colinas elevadas. 26 El
Señor curará y vendará las heridas de su pueblo. Entonces la luna alumbrará
como el sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete
soles juntos.
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