LOS LÍDERES QUE DIOS NECESITA HOY
1. Es tiempo de
avivamiento para nuestra nación.
2.
Dios está por
desatar una gloria como nunca antes lo ha hecho
3.
Seré protagonista del
avivamiento más poderoso de Latinoamérica.
Las dos primeras
afirmaciones dependen de Dios, y podemos estar seguros de que El cumplirá su
promesa. Pero la tercera afirmación depende de usted y de mí.
Si queremos ser
protagonistas del avivamiento tenemos que tener las características de “los
lideres que Dios necesita hoy”:
1. SER TOCADOS POR EL FUEGO
DE DIOS
6:1 En el año que murió el rey Uzías
vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y
sublime, y sus faldas llenaban el templo.
6:2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
6:3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
6:4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
6:5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
6:6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;
6:7 y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
6:8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y
sublime, y sus faldas llenaban el templo. 6:2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
6:3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos;
toda la tierra está llena de su gloria. 6:4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
6:5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
6:6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;
6:7 y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
6:8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
EL
FUEGO DE DIOS QUEMA EL PECADO, LA FRIVOLIDAD DE LA VIDA Y TE DA LA UNCIÓN PARA
SER USADO POR DIOS.
2. SER UN LIDER-SIERVO
Un líder es un hombre que siempre va adelante
porque tiene las respuestas para sus seguidores. Su condición lo sitúa en esa
posición.
El siervo no siempre está adelante; puede
estar atrás, pisoteado por los hombres, humillado, pero siempre va a ser el siervo
“Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a
sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes
quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser
el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan,
sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud” Mateo 20:25-28.
Se nos
han acabado los “siervos” y tenemos muchos “líderes”
EL SIERVO EXISTE PARA SERVIR…..EL LIDER PARA SER SERVIDO.
EL SIERVO EXISTE PARA SER MODELO….EL LIDER EXISTE PARA FIGURAR.
EL SIERVO EXISTE PARA REPRODUCIRSE….EL LIDER PARA PERPETUARSE.
3. REVESTIDOS DE HUMILDAD
1RA PEDRO 5:5-6
…revestíos de Humildad, PORQUE Resiste Dios de Los soberbios, y da gracia un Humildes. Humillaos,
los Pues, Bajo La Poderosa Mano de Dios, para Que Él os exalte en su debido
Tiempo
La gloria no es
nuestra sino de Dios. (historia del burro)
4.
ESTAR DISPUESTO A IR Y PREDICAR A LOS
PERDIDOS
Isaías 40:9 Súbete a un alto monte, oh Sion, portador de
buenas nuevas; levanta con fuerza tu voz, oh Jerusalén, portadora de buenas
nuevas; levántala, no temas.
Di a las ciudades de Judá: Aquí está vuestro Dios
Comentarios